Rapport no. 9
Este reporte es la traducción al
español del artículo:
The Time of the Messiah (copywrite 2006)
Resumen
Las fuentes historicas
de los dos primeros siglos de la era cristiana
indican que este fué un período en el que se
anticipaba el
cumplimiento de algunas profecías del Antiguo Testamento, en
particular
la de Daniel9:24-27. Los cálculos clásicos de
Sir Robert Anderson
presentan dificultades serias, pero estas pueden resolverse
interpretando las “semanas” de esta profecía como los
siete años del
ciclo sabático del Antiguo Testamento. El resultado
señala a Jesús
como el cumplimiento de esta profecía.
|
Nota del editor
Aunque el autor concuerda con
la doctrina del
Instituto de Investigación Bíblica Interdisciplinaria
(IBRI por sus
siglas en Inglés), no todos los puntos de vista expuestos en
este
informe representan la posición oficial del IBRI. Como uno
de los
propósitos de esta serie es el de servir de foro antes de su
publicación, es posible que el autor haya revisado algunos
aspectos de
este trabajo después de haberlo escrito por primera vez.
|
ISBN 0-944788-09-2
INTRODUCCION.
Segun historiadores antiguos, el primer
siglo de nuestra era fue una época de esperanza para los
judíos. Se había propagado la creencia de que
alguna profecía referente al tiempo de la aparición del
Mesías estaba a punto de cumplirse. El historiador romano
Suetonius (principio del siglo II AD) dice lo siguiente en
relación con la rebelión judía contra Roma (66-73
AD):
“Se había propagado por
todo el oriente la creencia de que vendrían hombres de Judea a
gobernar el mundo. Esta predicción que hablaba del emperador de
Roma, como los acontecimientos posteriores lo demostraron, la gente de
Judea se la apropió para sí mismo."(l)
Tacitus, contemporánio de
Suetonius, habló también de esta profecía,
suministrando más información acerca de su origen:
... La mayoría de ellos estaba firmemente persuadida de que en
las crónicas antiguas de sus libros sacerdotales se encontraba
una predicción de que en esta época el oriente iba a
hacerce poderoso y que lideres viniendo de Judea iban a adquirir
un imperio universal. Estas profecías misteriosas
señalaban a Vespaciano y a Tito, pero la gente común,
cegada por la ambición, habían interpretado que estas
profecías se referían a ellos mismos y
aún ante los desastres rehusaron creer en la verdad.... (2)
Cerca de la década de la caída
de Jerusalén en el año 70 AD, escribió el
historiador judío Flavio Josefo. Josefo escribió
antes de que Tito sucediera a su padre Vespaciano como emperador e
indicó que tan solo un soberano era esperado:
...Pero ahora, lo que más los incitó a la guerra fue un
oráculo ambiguo que también se encontraba en las
escrituras sagradas, que decía que "cerca de esta época,
uno de su país vendría a ser gobernante de la
tierra habitable." Los judíos interpretaron esta
predicción con referencia a sí mismos, y muchos
hombres sabios fueron engañados en su interpretación.
Este oráculo ciertamente se refería al gobierno de
Vespasiano que fue nombrado emperador en Judea. (3)
La aplicación de la profecía que
Josefo atribuyó a su patrón Vespasiano es comprensible
¡pero es muy dudoso que sus compatriotas judíos estuviesen
de acuerdo! En realidad un gran número de ellos estuvieron
listos a seguir a Barch-Kohba en otra rebelión desastrosa
sólo 60 años después, cuando Rabbi Akiba lo
proclamó Mesías. (4)
Sin embargo, durante la mitad del tercer
siglo, un sentimiento de resignación se había apoderado
de los judíos. El erudito Rab admitió que “todas las
fechas predestinadas se habían cumplido." El explicó la
demora aparente del Mesías sugiriendo que su venida ahora
dependía del arrepentimiento y las buenas obras de la gente
judío. (5)
Así las fuentes antiguas, tanto las
judías como las paganas, indicaban que la profecía del
Antiguo Testamento hablaba de la época de la llegada del
Mesías y que este tiempo expiraba en el primer siglo AD.
¿ Qué pasaje o pasajes proféticos tenián en
mente? Estas fuentes no nos lo dicen, pero desde el principio los
primeros cristianos han creído que esa predicción se
encontraba en Daniel 9:24-27. (6)
(24) "Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y
sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, poner fin
al pecado y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable,
sellar la visión y la profecía y ungir el Santo de los
santos.
(25) Sabe, pues y entiende que desde la salida de la orden para
restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías
Príncipe, habra siete semanas y sesenta y dos semanas; se
volverán a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos.
(26) Después de las sesenta y dos semanas se
quitará la vida al Mesías, y nada ya le quedará.
El pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la
ciudad y el santuario, su final llegara como una inundación, y
hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.
(27) Por otra semana más confirmará el pacto con
muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y
la ofrenda. Después, con la muchedumbre de las
abominaciones, vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación y lo que está determinado
se derrame sobre el desolador”.
(Reina-Valera 1995)
LOS CALCULOS DE SIR ROBERT ANDERSON.
Hay un desacuerdo considerable entre los
cristianos acerca de cómo se cumplieron los detalles de estos
pasajes con la venida de Jesús.(7) Actualmente
la interpretación más popular del pasaje es la dada por
Sir Robert Anderson.(8) El nos dice que el final de
los 69 "sietes", la venida del Mesías, tuvo lugar el domingo, 6
de Abril, 32 AD, indicando que ese día fue el verdadero
día de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.(9)
En breve, Anderson identifica la orden de
"restaurar y reedificar Jerusalén" (Dan 9:25) con el permiso
dado a Nehemías por el rey persa Artajerjes I (Neh 6:2) para
reedificar la ciudad. Neh 2:1 nos dice que esto ocurrió en
el mes de nisán en el año 20 de su reinado. Asumiendo que
la orden fue dada el primer día del mes, Anderson localiza el
punto de partida el 15 de marzo, 445 BC.
Sabiendo que el Mesías debería
morir después de los primeros sesenta y nueve "sietes"(7+62)
deberíamos poder calcular cuándo ésto iria a
ocurrir. Virtualmente todos los comentaristas, liberales o
conservadores, están de acuerdo que los "sietes" (a menudo
traducido como "semanas" ) de la predicción representan siete
años. Si es asi, 483 años (69x7) después del 15 de
marzo, 445 BC nos lleva al 15 de marzo, 39 AD, unos cuantos años
después de que finalizara el ministerio público de
Jesús.
Por lo tanto, Anderson asume que una clase
especial de año se usa en la profecía, el cual él
llama un "año profético" que consiste de solamente 360
días, en vez de nuestros años de 365 y 1/4 de
días.(10) Esta suposición se basa en
Rev 11 :23, donde Anderson iguala un período de 42 meses con un
período de 1260 días. Esto sería correcto si cada
mes tuviera 30 días y 12 meses de 30 días serian por lo
tanto 360 días. Con este ajuste Anderson convierte años
solares a años proféticos y encuentra la semana 69
terminando el 6 de Abril, 32 AD.
Desafortunadamente, el punto de vista de
Anderson presenta problemas serios. Primeramente, Anderson
arbitrariamente escoje el primer día de nisán como su
punto de partida (ll) aún cuando la
Biblia menciona solamente el mes, no el día. Pero si Anderson
hubiese comenzado aún una semana después, su semana 69
terminaría después de la crucifixión.
En segundo lugar, la equivalencia de Anderson
del primero de nisán con el 15 de Marzo, 445 BC está
basada en cálculos astronómicos modernos. Pero no es
posible con esta información localizar el comienzo de estos
meses antiguos tan exactamente. El primer día del mes
dependía no solo de la posición del sol, la luna y las
estrellas en la antigüedad (la cual astrónomos modernos
pueden calcular), sino también de las observaciones de estos
cuerpos celestiales en relación con las condiciones
atmosféricas que determinaban cuándo empezar un
año o un mes. Para saber esto necesitamos una
documentación histórica además de la
astronómica. Por lo tanto el punto de partida de los
cá1culos de Anderson es problemático.
Tercero, Anderson ha usado un "año
profético" de 360 días para medir este
período. Pero el Antiguo Testámento relaciona el festival
de la Pascua, a mediado del mes de nisán, con el ofrecimiento de
los primeros frutos de la cosecha (Lev 23: 6-14), asi que el calendario
judío debe de permanecer sincronizado con las estaciones. La
literatura rabínica y arqueológica indican que este
sincronismo fue alcanzado agregando un mes lunar extra cada dos o tres
años al año lunar de 354 días,(12)
de modo que después de un tiempo el año promedio del
calendario judío coincide con nuestro año solar de 365 y
1/4 días.
Tampoco se requiere un "año
profético" de 360 días en Rev 11:2-3. Este pasaje no dice
que los gentiles pisotearán la ciudad santa por 42 meses
exactamente. Usando nuestros meses y años modernos (virtualmente
los mismos usados en Roma cuando se escribió el libro del
Apocalipsis), un período de 1260 días es equivalente a 41
y 1/2 meses, que puede ser redondeado facilmente a 42 meses.
Usando el mes lunar hebreo de 29 y 1/2 días,1260
días son 42 y 1/2 meses. Por lo tanto los 42 meses y los 1260
días pueden ser aproximadamente en vez de exactamente iguales.
No hay razón para creer que la Biblia define un "año
profético" que tenga una longitud especial.
Hay también dudas acerca de si la
cruxifixión ocurrió en el año 32 AD. Sugerencias
indican que ésta pudo ocurrir entre los años 29 y 33 AD,
con el consenso actual favoreciendo el año 30 AD. (13)
Aún sabiendo el año exactamente, localizar el día
de Pascua (y el "domingo de Ramos" anterior al de Pascua) presenta el
mismo problema de combinar cálculos astronómicos modernos
con las decisiones de un calendario antiguo mencionadas anteriormente.
Así que existen serios problemas en la identificación del
6 de Abril, 32 AD con la entrada triunfal de Jesús en
Jerusalén.
Sin embargo, a pesar de estas objeciones, se
puede hacer un buen argumento del cumplimiento real de esta
profecía aunque sin el resultado espectacular de los
cálculos de Anderson. Además, esta solución
alternativa que damos aquí (14) surge mucho
más naturalmente del contexto del pasaje.
EL CONTEXTO DE LA PROFECIA DE LAS SETENTA SEMANAS.
Para comprender la profecía de las
setenta "semanas" debemos mirar el contexto. La profecía misma,
Dan 9:24-27, le fue dada al profeta como respuesta a su oración
en Dan 9:4-19. La ocasión de la plegaria se encuentra en los
versículos primero y segundo del mismo capítulo. Daniel
ha entendido por "los libros" que la desolación de
Jerusalén duraría solo 70 años y como dicho
período casi ha expirado, le ora al Señor para que la
promesa se cumpla.
¿Cuáles son esos "libros"? La
profecía de Jeremías es obviamente uno de ellos, porque
Jeremías es especificamente mencionado. ¿ Pero qué
otros libros pudieran estar relacionados? El Segundo libro de
Crónicas también menciona los setenta años de
cautiverio (36:21), pero como continúa con la descripción
del decreto de Ciro permitiendo el regreso de los judíos a
Palestina, esto nos muestra que dicho libro no se había escrito
todavía cuando Daniel hizo esta plegaria. Sin embargo, el
escritor del libro de Crónicas explica que la duración
del período de cautiverio fue de 70 años para compensar
por los 70 años sabáticos en que los judíos
desobedecieron la orden de Dios de no cultivar la tierra.
Está orden instituyendo el año
sabático se encuentra en Ex 23:10-11 y Lev 25: 3-7, 18-22. El
pasaje en Éxodo dice: "Seis años sembrarás tus
campos y recogerás tus cosechas, pero el séptimo
año no cultivarás la tierra. Déjala descansar,
para que la gente pobre del pueblo obtenga de ella su alimento, y para
que los animales del campo se coman lo que la gente deje. Haz lo mismo
con tus viñas y tus olivares." (Reina-Valera 1995)
Ademas de estos pasajes estableciendo el
año sabático, Lev 26:32-35 predice que el exilio
vendría como castigo para Israel si las regulaciones del
año sabático eran violadas:
"De tal manera asolaré al país, que sus enemigos que
vengan a ocuparlo quedarán atónitos. Los
dispersaré entre las naciones: desenvainaré la espada y
los perseguiré hasta dejar desolada su tierra, y en ruinas sus
ciudades. Entonces la tierra disfrutará de sus años
sabáticos todo el tiempo que permanezca desolada, mientras
ustedes vivan en el país de sus enemigos. Así la tierra
descansará y disfrutará de sus sábados. Mientras
la tierra esté desolada, tendrá el descanso que no tuvo
durante los años sabáticos en que ustedes la habitaron."
(Reina-Valera 1995)
Quizas de acuerdo con esto, Daniel
consultó Éxodo y Levítico y estos eran los
"libros" referidos. Al menos estos libros proveyeron los
materiales necesarios para alcanzar las conclusiones dadas en 2
Crónicas--que el período del exilio correspondería
con los setenta años sabáticos que habían quedado
incompletos. Quizás Daniel estaba pensando acerca de este ciclo
de uso y descanso de la tierra que Dios ordenó y en el
período de setenta de estos ciclos en que Israel había
desobedecido. En este caso, el mensaje que el ángel le
llevó "setenta semanas han sido decretadas para tu pueblo..."
parece menos oscuro. Aparentemente Dan 9:24-27 usa el termino "siete"
(o "semana" ) para hablar del ciclo del año sabático en
el Antiguo Testámento.(15)
INTERPRETACION DE DANIEL 9: 25-26.
En nuestras discusiones consideraremos en
detalle tan sólo la venida del Mesías, esto es, las
primeras 69 semanas de las setenta de Daniel. Con respecto a la semana
70, algunos consideran que se cumplió inmedíatamente
después de la semana 69. Pero el pasaje parece indicar un tiempo
indefinido entre las semanas 69 y 70. Asi que la destrucción del
(templo) santuario mencionado en el versículo 26 es
seguido por un resumen de guerra y desolación al final. Asimismo
el versículo 27 describe un pacto que aparentemente introduce la
semana 70, seguido por una interrupción de los sacrificios, los
cuales parecen presuponer la reconstrucción del templo. En este
panorama, la semana 70 pertenece al futuro y a la clase de
profecías que no se han cumplido todavía. En cualquiera
de estos casos, esto no nos concierne ahora para el propósito de
este estudio.
Para calcular la época de la venida del
Mesías, debemos considerar el versículo 25 y parte del 26
del capítulo nueve del libro de Daniel. La interpretación
de Reina-Valera 1995 y de La Biblia de las Américas (LBLA) son
similares,(16) indicando que un solo Mesías
vendrá al final de la 7 + 62 semanas. Como ya hemos dado la
version de Reina-Valera 1995, citaremos ahora la de LBLA:
“Has de saber y entender que desde la salida de la orden para restaurar
y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías
Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas;
volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en tiempos de
angustia. Después de las sesenta y dos semanas el
Mesías será muerto y no tendrá nada.....”
Alternativamente, la Nueva Versión
Internacional (NVI) en español es caracteristica de un grupo de
versiones (17) que tienen dos "Mesías" o
"ungidos”, uno viniendo después de las siete semanas y otro que
muere después de sesenta y dos semanas adicionales:
“Entiende bien lo siguiente: Habrá siete semanas desde la
promulgación del decreto que ordena la reconstrucción de
Jerusalén hasta la llegada del príncipe elegido.
Después de eso, habrá sesenta y dos semanas
más. Entonces será reconstruida Jerusalén,
con sus calles y murallas. Pero cuando los tiempos apremien,
después de las sesenta y dos semanas, se le quitará la
vida al príncipe elegido. Este se quedará sin
ciudad y sin santuario, porque un futuro gobernante los
destruirá.”
La versión del grupo del NVI en
español sigue la puntuación Masotérica de la
Biblia Hebrea, donde se hace una división entre las siete
semanas y las sesenta y dos semanas; (l8) pero esta
puntuación puede que no se encuentre antes del siglo nueve o
diez AD. (l9) Esta interpretación, sin
embargo, explica la ocurrencia de la combinación peculiar de 7 y
62 en lugar de 69.
A pesar de estos hechos, el paralelismo del
pasaje favorece la primera alternativa. La frase traducida como “
reconstruir" se repite más adelante en el mismo
versículo. Asimismo la palabra "Mesías" se repite.
El paralelismo se puede bosquejar de esta manera:
Desde que fue dada la orden de reconstruir Jerusa1én
al Mesías Príncipe
serán 7 semanas y 62 semanas y
plazas y muros seran reconstruidos
y después de las 62
semanas el Mesías morirá.
Este paralelismo sugiere que el pasaje se
estructura como un resumen de dos líneas mencionando dos eventos
y dos períodos de tiempo, seguidas por dos líneas que dan
detalles de cada evento por turno. Asi tendríamos un
Mesías o ungido, cuya venida ocurre después de las 69
semanas desde el punto de partida. Quizás las primeras siete
semanas, si uno trata de adivinar (20) se refieren a
la reconstrucción de 1a ciudad.
EL PUNTO DE PARTIDA.
Varias sugerencias se han avanzado acerca
del punta de partida apropiado para el comienzo de las setenta semanas:
(1) La palabra de Dios a la caída de Jerusalén (586 BC;
Jer 25:11-2; 29:10); (2) El decreto de Ciro permitiendo el regreso de
los cautivos a Jerusalén (537 BC; 2 Cron 36:23; Esd 1:2); (3) La
comisión de Artajerjes a Esdras (458BC; Esd 4: 11-12,23); (4)
Artajerjes dándole la comisión a Nehemías (445 BC;
Neh 2:1-6). (21)
De estas cuatro, solamente la última
menciona la reconstruccion de la muralla. Así, fortificando a
Jerusalén, ésta se convierte de nuevo, de acuerdo con las
costumbres antiguas, en una ciudad, y no una aldea. Nosotros
seguiremos la cuarta alternativa, la misma que Anderson usó. Neh
2:1 nos dice que ésto ocurrió en el año 20 del
reinado de Artajerjes I, o sea 445 BC. Los estudios cronológicos
desde el tiempo de Anderson no han cambiado el año, aunque el
primer día de nisán es dudoso. (22)
EL CICLO SABATICO.
Ahora debemos calcular desde el año
445 BC. A diferencia con Anderson, sin embargo, vamos a usar el ciclo
de año sabático actual como unidad de medida (en lugar de
añadir 7x69 años al punto de partida), porque esto
está más de acuerdo con el contexto.
Nuestro primer interés es localizar
estos ciclos en la antigüedad si es posible, porque esto
tendrá cierta influencia en la ubicación del punto final.
La evidencia más conocida para localizar el ciclo
sabático en el período considerado, es el primer libro de
Macabeo, una historia importante de la era de los macabeos. Aquí
nos dice que la resistencia judía a los sirios fue en una
ocasión debilitada porque los alimentos estaban escasos
debido a la observación del año sabático. (I Mac
6:49, 53-54). Una referencia en el capítulo (6:20) indica que
esto ocurrió en el año 150th de la era Seleucida. De
acuerdo con Finegan,(23) este año sería
el 163/2 o el 162/1 BC, dependiendo si se usa el calendario de
Macedonia o el de Babilonia.
La primera de estas alternativas se ajusta muy
bien al ciclo del año sabático judío moderno;(24) el año 164/3 tendría que ser
sabático, así que la escasez habría sido
más aguda en el año siguiente, antes que se recogieran
las cosechas. El año moderno sabático se basa en el
trabajo de Zuckerman en 1856. (25)
Recientemente, sin embargo, Ben Zion Wacholder
ha revisado toda la documentación en que se basa la
ubicación del ciclo del año sabático,
además de la documentación adicional que no estaba
disponible cuando Zuckerman hizo su estudio.(26) Como
resultado, él piensa que el ciclo del año sabático
tiene un error de un año, y escoge la segunda alternativa
permitida por el texto de los Macabeos. De acuerdo con esto, el
año 163/2 BC es el año sabático relevante. (27)
Para hacer nuestros cálculos nosotros
vamos a seguir la teoría de Wacholder para los cicIos del
año sabático. Es posible que este ciclo tenga un
error de un año.
EL CALCULO.
Utilizando la lista de años
sabáticos de Wacholder,(28) nuestro
cálculo es muy sencillo. Nuestro punto de partida, el mes de
nisán de 445 BC, se encuentra dentro del ciclo de siete
años 449-442 BC, del cual el año final, de septiembre 443
a septiembre 442, es el séptimo año o año
sabático.(29) Usando el método usual
inclusivo hebreo de contar los años, 449-442 es la primera
"semana" de la profecía de Daniel. La segunda es 442-435
BC, y así sucesivamente hasta llegar a la transición de
BC a AD, donde necesitamos recordar que 1 BC es seguido
inmedíatamente por 1 AD, sin un año cero entre ellos (vea
la figura 1).
Así el ciclo 69th que sigue al
decreto de Artajerjes dando el permiso a Nehemías para
reconstruir a Jerusalén, es 28-35 AD. ¡Justamente en esta
época Jesús de Nazaret fue crucificado en Palestina
por proclamar que era el Mesías! Algunos pueden observar que
Daniel dice “después de las 62 semanas" el Mesías
morirá, mientras que según nuestros cálculos la
crucifixión tiene lugar en la semana 62 (o sea la semana 69 si
sumamos las primeras siete). Pero esto también es una manera
convencional del idioma judío en que "después" significa
"después del comienzo de". Recordemos que la
resurrección de Jesús se señala alternativamente
como ocurriendo "después de tres días" (Matt 27:63; Mark
8:31) y también "en el tercer día" (Matt 20:19; Mark
9:31). Aún si seguimos el esquema de Zuckermann para localizar
el ciclo sabático en lugar del de Wacholder, el ciclo 69th
después del permiso tan solo cambia por un año, al 27-34
AD, el cual aún está en los confines de nuestros
cálculos. Asimismo, un error de uno o dos años, para el
año 20 del reinado de Artajerjes o del día de la
crucifixión, no cambia el resultado. La predicción
señala a Jesús aún permitiendo las incertidumbres
posibles en la cronología.
CONCLUSION.
Hay una fuerza real en la
predicción de las 70 semanas. El uso del ciclo sabático
es favorecido por el contexto. El contar inclusivamente es la costumbre
judía. La localización de los ciclos sabáticos y
el punto inicial y final pueden estar en error pero aún
así los resultados no se alteran.
El resultado de por sí es muy
importante para la historia del pensamiento humano. Al señalar a
Jesús de Nazaret desde una distancia de varios siglos, no
solamente brinda una prueba de predicción real en la historia
(lo que la teología liberal rechaza), sino que brinda una
condenación al rechazo de Jesús como el Mesías
(judaísmo y otras religiones no cristianas).
De todos los aspirantes a Mesías que el
judaísmo ha tenido, tan solo uno que se considera una figura
histórica extraordinaria y un maestro ético (aún
para muchos ateos) tuvo su breve ministerio público y fue
"condenado a muerte" en el período 28-35 AD.
1. Suetonius, The Lives of the Caesars, "The Deified Vespasian," 4.5.
3. Josephus, Jewish War, 6.5.4
4. See, for example, Jack Finegan, Light from the Ancient Past, 2nd ed. (Princeton: Princeton University Press, 1959), p. 330.
5. Babylonian Talmud, Sanhedrin. 97b.
6. Some of the earliest Christian commentators: Clement of Alexandria (c 200), Miscellanies 1.21; Tertullian (c 200), An Answer to the Jews 8; Origen (c 225), De Principiis 4.1.5.
7. e.g., see J. Barton Payne, Encyclopedia of Bible Prophecy (New York: Harper and Row, 1973), pp. 383-389.
8. Sir Robert Anderson, The Coming Prince, 10th ed. (London: James Nisbet & Co., 1915; reprint, Grand Rapids: Kregel, 1957).
12. Jack Finegan, Handbook of Biblical Chronology (Princeton: Princeton University Press, 1964), sections 58-61.
14. A revision of my article "Daniel's Seventy Weeks and the Old Testament Sabbath-Year Cycle," Journal of the Evangelical Theological Society 16 (1973), pp. 229-234.
15. Incidentally, a remark by the rabbis also associates the coming of the Messiah with a seven-year period. Babylonian Talmud, Sanhedrin 97a.
16. As also the Berkeley Version, the Amplified Bible, the Living Bible, the American Standard Version and the Jerusalem Bible.
17. Including the Jewish Publication Society's translation, the New English Bible, the Smith-Goodspeed and Moffatt translations, and the New American Bible.
18. See, e.g., Rudolf Kittel, ed., Biblica Hebraica, 14th ed. (Stuttgart: Württembergische Bibelanstalt, 1966), p. 1277.
19. Ernst Würtwein, The Text of the Old Testament (Oxford: Basil Blackwell, 1957) p. 19.
20. As suggested in the Berkeley Version. Smith-Goodspeed and the New English Bible imply such an interpretation by translating verse 25b: "for sixty-two weeks it shall stay rebuilt ..." (S-G); "for sixty-two weeks it shall remain restored ..." (NEB); but these translations of the verb shub find no warrant in the lexicons and merely show the problem of adopting the Masoretic punctuation.
21. See Payne, Encyclopedia of Bible Prophecy, loc. cit.
23. Finegan, Biblical Chronology, section 336.
25. Encyclopedia Judaica, 14:585.
26. Benedict Zuckermann, "Ueber Sabbatjahrcyclus und Jobelperiode," Jahresbericht des jüdisch-theologischen Seminars Fraenckelscher Stiftung (Breslau, 1857).
27. Ben Zion Wacholder, "The Calendar of Sabbatical Cycles During the Second Temple and the Early Rabbinic Period," Hebrew Union College Annual 44 (1973), pp. 153-196.
29. A complete table from 519 B.C. to A.D. 441 is given at the end of Wacholder's article; Ibid., pp. 185-196.
30. The
sabbatical year seems to
have started in the fall, Leviticus 25:8-10.
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Last updated:
January 17,
2002